El miércoles anterior leí a la pasada, en algún periódico local, los resultados del censo 2004 que señalan el importante crecimiento de la población hispana en la Florida. Esa noticia me hizo pensar en el motivo de fondo que me trajo a vivir a esta ciudad. Mi conclusión es que la idea de familia que tenemos los Hispanos es una de las principales causas que me trajo hasta acá, y creo que la misma dinámica traerá a muchos hispanos mas.

Chile es un país que avanza a paso firme hacia el desarrollo, hay estabilidad política, económica, y se respira prosperidad. Mejorar mis perspectivas económicas nunca fue mi motivo para dejar Chile. ¿Por qué ha de llegar un chileno a Miami? En mi caso fue por mantener cerca a mi familia. Mi suegra es colombiana, y toda su familia reside hace 30 años en los Estados Unidos. Ella, después de muchos años en Chile, quiso regresar a su casa para compartir los últimos años de vida de sus ancianos padres (91 la abuela y 93 el abuelo). Tras ese anhelo de mi suegra, quiso venir a Florida la que hoy es mi esposa, y tras mi esposa yo. Si bien encontré un interesante proyecto personal para complementar el proyecto familiar, venir a estudiar un postgrado en EEUU no es el principal motivo de mi llegada a Miami. Tampoco lo es mejorar mis perspectivas económicas. He decidido dejar Chile por un tiempo simplemente para mantener a mi familia cerca.
La semana pasada arribaron (de visita por dos semanas) a Miami mis padres, hermanos y primos de Chile. Como resultado, estuvimos el fin de semana colombianos y chilenos reunidos en un parque público para compartir una buena carne a la parrilla. Fue un hermoso momento, vivir la sensación de estar unidos y felices. Y todo eso sucede en EEUU, mas específicamente en Miami. Para conservar estos encuentras familiares es que se viene un chileno a Miami. El mundo está cambiando y nosotros cambiando con él. Creo que búsquedas similares traerán a muchos otros Hispanos hasta acá, no es solo la maquina económica lo que revoluciona la demografía, la maquina afectiva también.